Pueblos de Beleriand: Hombres de Bëor

"Hay una oscuridad detrás de nosotros -dijo Bëor-, y le hemos dado la espalda, y no deseamos volver allí ni siquiera con el pensamiento. Al occidente se han vuelto nuestros corazones, y creemos que allí encontraremos la luz".
-De la llegada de los hombres a occidente. El Silmarillion.

Una vez asentado en las altas tierras de Dorthonion, y tras una complicada marcha, los Hombres de Bëor han podido contemplar sus tierras. Dominios entregados por los Noldor con quienes tienen gran amistad. Aun así, saben que la paz del lugar es frágil, y tiene que ser vigilada.

Han aceptado una lucha directa contra el enemigo, y han pasado a convertirse en sombras a través de las leyendas.

De escaso número, se han convertido en personas reservadas, adoptando ropajes como harapos para vivir en los páramos fríos y en sus pequeñas aldeas.

Constantemente habitan refugios escondidos y colinas silenciosas, nunca descuidando las fronteras.

Mientras los inviernos se han alargado, las tareas de los Bëorrim siempre han sido las mismas: mantener al resto de los pueblos lejos del temor y la preocupación.
Incansablemente patrullan los muchos senderos que hay en sus tierras, trabajando en secreto, manteniéndose a sí mismos, mientras habitan el yermo.

Raramente otorgan sus nombres reales a los viajeros que se cruzan en su andar. Saben que hay poca gloria que ganar como montaraces, sobre todo porque su valor jamás será recompensado con honor, ni sus acciones serán jamás contadas.

Los bosques y tierras de la región se obscurecen lentamente y tanto las criaturas que vagan sueltas por ahí, como los rumores de estos misteriosos y hábiles montaraces llenan el lugar de mitos y leyendas; el "Bosque bajo la sombra de la noche" se le ha llamado a las antiguas y gloriosas tierras de Dorthonion, y en el sur se dice de ellas, que son tierra de fantasmas y sombras.
La valentía de los Hombres de Bëor y de su líder Boromir, ha inspirado incluso a los elfos, y ahora de ellos se dice que son un pueblo con coraje y nobleza; han jurado luchar contra la sombra allá donde la encuentren.
"

Valariandë

-¿Satisfechos? - dijo Andreth. -Ningún corazón de Hombre está satisfecho. El tránsito y la muerte le es siempre penoso; pero un declive más lento proporciona cierto consuelo, y retira ligeramente la sombra.

-Andreth -De la muerte y los hijos de Erü

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