Huérfano de madre, se crió junto a su taciturno padre, un cazador reconocido en su aldea por haber participado en la defensa del bosque y su abuela que ejercía como curandera de la pequeña villa. Desde corta edad, por petición de su abuela comenzó a explorar el exterior en busca de hierbas y encargos.

Un día de exploración fue perseguido por un oso, el que estuvo a punto de desgarrarle los huesos. Sin embargo, fue salvado por una certera flecha de su padre. Desde ese momento dejó los encargos y se centró en acompañar a su padre en las largas jornadas de cacería que acostumbraba, llegando a sentirse más cómodo en la espesura del bosque, que en el calor de la villa.

A los 10 años, su padre le entregó la responsabilidad de criar a su propio sabueso. Éste se transformó en un nuevo miembro de su familia, un acompañante fiel que siempre se encuentra dispuesto a seguirle. Por seis años se ha dedicado a cazar, desollar y comerciar con pieles como su padre. Pero Axxant, aspira a alcanzar las proezas en batalla que escuchaba casi a diario y que lo tuvieran, a él y a su can, como protagonistas.

Tras la muerte de su abuela, e impulsado por sus poco naturales deseos de conocer el mundo decidió que abandonaría su hogar en busca de aventuras y esos enemigos que nunca había visto. Tras la aceptación de su padre por insistencia de Axxant fue retado a estar tres meses en el bosque para probar si se encontraba preparado para dejar el amparo de su hogar. Esto fue fácil gracias a la experiencia entregada por su padre, el conocimiento de la naturaleza de su abuela y la compañía de su sabueso (llamado “Can”), sus tres maestros como les llama. Luego de cumplir la petición de su padre, Axxant abandonó su hogar.

Actualmente viaja por las distintas tierras manteniéndose de la caza y el trabajo del cuero para comerciar. Durante su viaje no se ha enfrentado a ninguna amenaza ni oportunidad para obtener algún logro que pudiera llamar memorable, pero ha conocido a muchos pueblos que en el bosque y en su villa nunca hubiera logrado conocer, principalmente por su naturaleza desconfiada que no le permite entablar relaciones más allá del trueque.

Ahora, a 4 meses de su partida, ha llegado a la llanura donde se encuentra Estolad junto a una abundante carga de pieles dispuesto a buscar el sustento para continuar su viaje a la gloria deseada.