"Se dice que al poner fin Varda a estos trabajos, y muy largos que fueron, cuando Menelmacar entró en el cielo por primera vez y el fuego azul de Helluin flameó en las nieblas por sobre los confines del mundo, a esa misma hora despertaron los hijos de la tierra, los primeros nacidos de Ilúvatar"
-De la llegada de los Elfos y el cautiverio de Melkor. El Silmarillion.
Nacidos en absoluta oscuridad, y acompañados sólo por las estrellas, despertaron los Elfos a orillas del lago Cuiviénen mucho antes de que el sol o la luna se levantaran por primera vez. Debido a ello, siempre conservan ese afán por la luz que fortalece su espíritu interior.
Sus capacidades son únicas, y se puede decir que son los más dotados de entre todos los hijos de Eru.
Así mismos se hacen llamar Quendi, el "pueblo parlante", pues al ser los primeros en nacer, también fueron los primeros en nombrar las diferentes maravillas de Arda. Por ello gustan de la canción, la que tratan de mantener como una tradición propia de su pueblo.
Son tan bellos que muchos les admiran, y sus rasgos brillantes y orgullosos, junto a su inmortalidad y habilidades, hablan por sí solas.
A pesar de todos estos dones y sus aparentes virtudes, son un pueblo que vive al borde de la pena, ya que sus cuerpos y espíritus están ligados a la vida de Arda. Y mientras Arda siga en pie, ellos deberán ver con sus propios ojos como el resto de las cosas se pierden con el tiempo.
Como los demás pueblos libres, cuentan con muchos linajes y su extensa historia habla de largas migraciones, guerras orgullosas y grandes hazañas.