Personaje del mes

Comienza Junio y nosotros acá en el polo sur con suficiente frío como para recordar las forjas enanas que se encuentran en lo más profundo de las montañas. Aquellas que rebosan de humos, calores y herramientas cuyo único propósito es alimentar estanterías y armerías rebosantes de armas y objetos preciosos.
Aquellas que, a punta de yunque y martillo, no paran de tronar día y noche, creando obras maravillosas que más tarde que temprano, terminarán convirtiéndose en protagonistas de historias trágicas y hermosas, llenas de dolor, pero también de esperanza.

En este frío mes, llenamos las líneas del blog junto a una nueva historia... una que está apegada a la creación, una historia que desde su inicio, mostró la belleza de la artesanía de los Naugrim, y que perdurará hasta el final de los tiempos.

Ante ustedes, el herrero más renombrado de la Primera edad: creador de obras tan magnánimas como Angrist, el cuchillo de Curufin, cuyo filo marcaría un antes y un después en la guerra de los Silmaril; o el Yelmo-dragón de Dor-Lómin, que acompañaría a Túrin Turambar en su trágica historia; o inclusive, armas cuyas historias atravesarían los tiempos hasta la mismísima Tercera edad, y que llegarían a manos de personajes tan importantes como Aragorn.

A ese nivel de artesanía estamos relatando esta noche, una digna de ser mencionada...

"... porque eran muy hábiles en estas labores, aunque ninguno de ellos sobrepasaba a los artesanos de Nogrod, de quienes Telchar el herrero era el de mayor renombre."
-De los Sindar. El Silmarillion.

Según se cuenta en muchas partes, alrededor del año 1330 de la Edad de los Árboles, los orcos bajaron de las inmundas laderas de Angband y comenzaron a perturbar toda aldea y poblado que se hallaba en su paso. Fue tan grande y rápido el avance de las putrefactas criaturas de Morgoth, que muy pocos fueron capaces de hacerles frente... huyendo delante de ellos, o muriendo al darles la espalda.
Este avance se logró a través de diferentes senderos. Algunos invadieron las tierras entre Hithlum y Dorthonion, otros bajaron por los escabrosos caminos de Ered Gorgoroth. La gran mayoría lo hizo silenciosamente por las hondonadas y pasos que había al oriente, mientras que los últimos bajaron por las montañas.
Todo a su paso se marchitaba y se destruía, llevándose desde las vidas más pequeñas, hasta héroes de renombre.

Thingol, rey de Beleriand, no lo dudó. Y por consejo, comenzó a repletar sus armerías con artefactos que jamás pensó que utilizaría. Sus contactos y alianzas le permitieron lograr este objetivo con suma prisa y efectividad.
Se cuenta entre todos los pueblos libres, que fueron los Enanos quienes se llevaron la mayor parte de este trabajo, principalmente porque eran hábiles en los trabajos del metal, y en aquel tiempo, eran los Enanos de Nogrod, quienes tenían los más grandes y hermosos resultados.

En una época en donde la paz se conseguía combatiendo o comerciando, fue que nació y creció Telchar: un robusto Enano cuyos pensamientos siempre estaban volcados a la creación. Desde pequeño acumulaba hojas y hojas de dibujos e ideas que llegaban de manera espontánea a su cabeza. En ese tiempo, si bien la forja y la herrería ya era un trabajo de admirar para los Enanos, aún no existía alguien que hubiese llegado a compararse a grandes artesanos como los Noldor.

Telchar no pensaba lo mismo, y si los Elfos podían, por qué él no (?).

Tanto el trabajo de su padre, como el de su tío, influenciaron enormemente los ideales de Telchar, quien fue creciendo junto al hierro y el fuego, y jugaba con martillos, yunques y esquirlas.
Podía pasar tardes enteras junto a la forja, y podría andar vestido de delantal todo el día si fuera necesario. Por que Telchar amaba más que a nada la creación de cosas maravillosas.

En esto, su padre le decía que era muy similar a Aulë, el Señor de todos los Enanos. Sin embargo, no debía caer en la tentación de sobrepasar sus capacidades:

-Si tu mente idea algo que tu mano no puede forjar, pues es mejor que te olvides de ellos, antes de traer males al mundo. Le decía su padre cada vez que veía que Telchar se entusiasmaba en demasía con alguna de sus obras.
Por suerte, creció como un joven herrero recatado, cuyas únicas intenciones eran traer al mundo objetos de gran maravilla y calidad.

Fue de adolescente cuando se hizo discípulo del gran maestro de la forja Gamil Zirak, con quien trabajó y aprendió muchísimos años.
Gracias a él, Telchar comenzó a conocer el mundo, y por tanto, a tener nuevas ideas para la creación.

Gamil era apodado "El viejo", y pertenecía al grupo de herreros y artesanos que trabajaban para Thingol en su corte. De hecho, era uno de los que se tenía en mayor consideración para el rey Elfo.
Debido a su experiencia, Gamil vio en Telchar grandes habilidades y poderosas ganas de seguir aprendiendo, por lo que no dudó en enseñarle las técnicas que él había adquirido a lo largo de un centenar de idas y venidas.

Siempre ha estado la disputa si en el arte de templar el acero, son mejores los Elfos que los Enanos; dependiendo del punto de vista, algunos se inclinarán por los primeros, mientras que otros por los segundos. Ambos artes son distintos, y tienen propósitos distintos. Sin embargo, si lo clasificamos por su valor e importancia en la historia. Entonces es Telchar, uno de los referentes.
Por ello siempre se ha dicho que es el artesano Naugrim más nombrado de la historia.

Prueba de esto son la cantidad de objetos importantes que llegó a forjar Telchar. Algunos incluso tendrían importancia en edades posteriores. Thingol, fue quien más beneficio sacó de esto, y sus cámaras de tesoros, fueron repletas de objetos maravillosos, forjados en mithril, oro, plata, entre otros...

A mediana edad, Telchar ya habían llenado algunas armerías, y el Rey de Beleriand, se vanagloriaba de ello, dándole regalos a sus amigos y familiares como modo de bienvenida. Fue así, que muchas de las creaciones de Telchar pasaron de mano en mano, sin que él supiera al menos, quien era su actual portador.
Pero eso no le importaba a Telchar, ni tampoco llegó a dimensionar cuan importante sería su obra, para la obra de Eru.

Uno de los objetos más importantes que ha creado Telchar en la actualidad es el Yelmo-dragón.
"Un hermoso yelmo de batalla hecho de acero gris y adornado en oro, cuyas runas grabadas en su casco, otorgaban la victoria a su portador. Se decía entre lenguas, que el yelmo protegía de heridas y muerte a quien lo llevara, porque la espada que en él diera, se quebraría, y el dardo que le golpeara caería a un lado".

La forja de los Enanos

El arte de Telchar notaba gran diseño, y sólidos materiales. Se dice que este yelmo poseía una visera, como la que los Enanos utilizaban en las fraguas para no quemarse los ojos; era tan horripilante que quien lo llevara puesto invocaba el miedo en su rival. En su cresta tenía montada la imagen en oro de Glaurung, el dragón, de quien Telchar tenía muy malos recuerdos.

Dicho yelmo, fue forjado para Azaghâl, Señor de Belegost; Sin embargo, éste lo obsequió a Maedhros a manera de agradecimiento por salvarlo de un ataque. A su vez, Maedhros lo cedió a Finrod Felagund, mientras que éste a Fingolfin.

Se cuenta que en ese entonces, Hador Lórindol, se encontraba al servicio de la Casa de Fingolfin, y cuando éste le otorgó el señorío de Dor-Lómin, también le regaló el Yelmo-dragón, que de ese momento en adelante, pasaría a ser heredad de la Casa de Hador.
Se dice que el yelmo era pesado, y pocas cabezas podían soportar su peso. Hador fue uno de los Hombres más altos de la Primera edad, y podía con ello.

Como se puede apreciar, un objeto de gran importancia, pero que su creador jamás supo donde terminó. Y así mismo , con Angrist, el cuchillo de Curufin, o la espada Narsil, la que quedaría marcada junto al destino de Sauron, terrateniente de Morgoth. Pero este relato es parte de una historia que no se tratará acá.

Telchar, uno de los Enanos y herreros más renombrados de la Primera edad, y de toda la historia de la Tierra Media. Hasta hoy en día, aún se mantiene creando objetos maravillosos y épicos, y dejando su espíritu en ello.

De una u otra manera, su hierro siempre estará en las páginas de los cuentos más peligrosos e inconclusos.

  • Raza: Naugrim
  • Pueblo: Enano de Nogrod
  • Linaje: Barbasdefuego
  • Títulos: El herrero
  • Nacimiento y orígen: Año desconocido en las Montaña azules
  • Padres: Desconocidos
  • Hijos: No
  • Residencias: Nogrod
  • Objetos: Ninguno
"

Valariandë

-¿Satisfechos? - dijo Andreth. -Ningún corazón de Hombre está satisfecho. El tránsito y la muerte le es siempre penoso; pero un declive más lento proporciona cierto consuelo, y retira ligeramente la sombra.

-Andreth -De la muerte y los hijos de Erü

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