"El hombre que huye de lo que teme, acaba comprobando que sólo ha tomado un atajo para encontrarse con ello."
-Los hijos de Húrin.
La trágica historia de los "Hijos de Húrin" es uno de los cuentos más extensos y desarrollados dentro de la mitología de J. R. R. Tolkien; a su vez, es uno de los relatos favoritos de la fanaticada. Muchos conceptos sobrevuelan la obra de aquí para allá, y muy pocos han podido plasmar dicha batería en su música.
Battlelore es una banda icónica dentro de los músicos que se han visto influenciados por Tolkien. Su discografía y arte han rememorado muchos aspectos de las distintas obras: Tenemos por un lado su disco “Where the shadows lie”, cuya caratula muestra a un poderoso Fingolfin enfrentándose a Morgoth cara a cara; o su disco “Third age of the sun” en donde podemos ver a tres Elfos admirando un objeto de luz y cuya temática aborda muchos aspectos de lo que su título trata.
Sin embargo, es en su disco “Doombound” en dónde, conceptualmente, abarcan la obra de los “Hijos de Húrin”, la historia más trágica de la Primera Edad, cuyos protagonistas son los herederos de la Casa de Hador.
Este es un disco de los que gusto de escuchar seguido por la temática escogida, y, a pesar de que personalmente no considero la mejor obra de Battlelore, sí que está entre sus más llamativas; un disco potente musicalmente hablando y muy melódico, poseedor de un espíritu épico acorde al ambiente de esta eucatástrofe.
El primer tema en iniciar la historia es “Bloodstained”, cuyas impecables y melancólicas guitarras buscan reflejar la desesperación de Túrin al intentar escapar de su trágico destino, pero que finalmente es alcanzado en la presencia de Beleg Cúthalion de Doriath, su mejor amigo, la atmósfera que producen las flautas realzan el ambiente.
“Iron of death”, el “Hierro de la muerte”, era el nombre de Anglachel, la espada negra regalada a Thingol por parte de Eöl, pero que, tras ser nuevamente forjada, llevó el nombre de Gurthang, al igual que el nombre del segundo tema del disco, y uno de los más pesados a su vez. Lo gutural de la voz de Tomi Mykkänen, transmite la oscuridad y fuerza que poseía la espada.
Le sigue “Bow and helm” (“Arco y yelmo”), la cual narra el reencuentro de Túrin y Beleg, así como el impacto que produjo el Yelmo del dragón; un tema completamente metalero, con guitarras distorsionadas, predominio de teclados que nos llevan a un más puro power metal.
"The land of bow and helm" -Alan Lee |
De las tónicas que utiliza Battlelore, las melancólicas son las que les hace un grupo particular. “Enchanted”, el cuarto tema del disco crea ese ambiente tranquilo, sosegado y triste, donde la protagonista es nada más ni nada menos que Níenor, tras ser maldita por Glaurung el dragón; la voz de Kaisa Jouhki, nos lleva a la mismísima garganta de la Edain y que nos hace imaginar su belleza y encanto.
"Kärmessurma", el segundo de los cortes pesados del disco, íntegramente acabado en finlandés e inspirado en Glaurung el dragón de Morgoth, asolando las tierras de Nargothrond. Riffs potentes, melodías sinfónicas acordes y predominantes hacia la finalización del tema.
Lo sigue “Olden gods” (“Viejos dioses”). La batería de este tema juega un rol importante, principalmente en los momentos rápidos, su excelente doble bombo nos atañe hacia los ejércitos en invasión, pero que al final decanta a un tono familiar y apacible.
"Fate of the betrayed" ("El destino de los traicionados"), tal vez el punto más alto del disco, con una introducción esplendorosa, una conversación coherente y uniforme de las guitarras y los teclados, nos narra el momento más trágico y trascendente de la historia de los hijos de Húrin, cuando la maldición de Morgoth finalmente alcanza a la familia con toda su magnitud, el tema es pesado por momentos, épico en otros, con un tono de melancolía siempre presente.
“Men as wolves” ("Hombres como lobos"). La estancia de Túrin como líder de los proscritos es reflejada en este tema; guitarras crujiendo indicando la desesperación y maldad de los Gaurwaith, hombres lobo, así mismo los agónicos guturales de Tomy contribuyen a mostrar el corazón duro de estos representantes del pueblo de los hombres.
“Last of the lords” (“El último de los Señores”), nos muestra la historia de Húrin, padre de Túrin, y último de los Señores de Dor-Lómin, a quien Morgoth condenó con sus maldiciones alcanzando más allá de la muerte a los miembros de su famila.
Casi para finalizar tenemos a “Doombound”, en donde la influencia del doom metal se nota a través de todo el Belegaer. Lento, depresivo, majestuoso y en donde los teclados son los protagonistas
"Kielo", es el último y dentro de los más bellos temas instrumentales, que fluyen con delicadeza al ritmo de teclados, flautas, cellos y nos llevan hasta las mismísimas Montañas circundantes que rodean la ciudad de Gondolin, último bastión de los Altos Elfos. Kielo es lirio de los valles, Lothengriol en elfico, uno de los siete nombres de Gondolin, un gran cierre.
“Doombound”, un disco consistente que se mantiene fiel a su concepto, y que en ningún momento suelta el ambiente épico y la historia en la que se basa. Un disco que demostró qué tan maduro estaba el proyecto Battlelore y en constante evolución. Lamentablemente desde éste disco, no hemos recibido nuevos trabajos de los finlandeses, pero es muy seguro que algo secreto y poderoso deben estar preparando.
"The fall of Nargothrond" - Alan Lee |
Por último el disco será agregado a la lista de Spotify, en donde voy recopilando toda la influencia que Tolkien ha hecho en la música y principalmente en el metal.
Namarië!!!
Namarië!!!
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