-De los Sindar. El Silmarillion.
Cuando Thrár el segundo despertó en las profundidades de las montañas, comenzó rápidamente a buscar un refugio del que poder resguardarse. Junto a Dwálin, encontraron el imponente Monte Dolmed, y muy cerca de allí una caverna que años más tarde se convertiría en la imponente ciudad llamada Tumunzahar, o más conocida como la fortaleza de Nogrod.
El clan "Barbas de fuego" adquirió ese nombre debido a lo llamativo de su pelo de color rojo. Poco a poco se convirtieron en una robusta casa, hábil en la herrería, en la forja y fieros enemigos de orcos y dragones.
Aunque muchos vivían del comercio con casi toda Beleriand, durante siglos permanecieron bastante tiempo en las forjas con una comodidad tan especial, que hace pensar que fueron creados para ello.
Gustan de buscar la materia prima que les otorga la montaña, cavando profundamente si es necesario; sondeando en los más oscuros rincones, o escalando grandes picos para llegar hasta el extremo.
No poseen mayor alegría que forjar una poderosa espada o crear una brillante joya que hasta los reyes envidiarían.
Orgullosos como todos los Enanos, son severos a la hora de impartir justicia. Entre sus filas, existen guerreros muy experimentados, que han vivido más de una guerra y han visto caer terribles criaturas. Aunque no son tan pacientes como sus hermanos de Belegost, se enorgullecen de su trabajo, especialmente en la creación de objetos
Ciegos de ira y dolor, son capaces de enfrentar cualquier riesgo para recuperar lo que es propio.
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